Nos gustaría compartir con nuestros lectores, la solución planteada en nuestro estudio de diseño, para amueblar esta habitación infantil de dimensiones reducidas y que tan solo nos ofrece una pared libre, ya que las otras las ocupan vanos (puerta de entrada y ventanal) así como un armario empotrado.
Se trata de una habitación de bebé, que debe cubrir las necesidades propias de cualquier dormitorio infantil a medida que un niño va creciendo.
Nuestro reto era obtener una doble finalidad, por un lado aprovechar al máximo el reducido espacio del que disponemos y que al mismo tiempo, dicha solución no resultase invasiva a nivel visual y ni de movilidad.
Como hemos ya mencionado, las dimensiones de la misma no permitían muchas posibilidades, pues contábamos con el inconveniente añadido de un techo abuhardillado que limitaba el desarrollo vertical de los muebles estandarizados.
En ElMenut.com, contamos con un equipo de profesionales que nos fabrica especialmente módulos especiales a medida, lo cual nos ha permitido diseñar un armario que se adapta perfectamente a las características de este dormitorio, recortando su altura de manera decreciente siguiendo siempre la línea estructural de la estancia.
Nos han fabricado especialmente un armario de 270 cm de altura, con cuerpo superior de tres puertas y una cama abatible en la parte inferior. A continuación, se ha colocado un módulo de 4 cajones + un contenedor para prendas más voluminosas. La tapa del módulo de cajones, resulta una superficie útil tanto para depositar objetos de uso cotidiano como para ser usada como cambiador.
En cuanto a las características técnicas, este tipo de cama abatible, dispone de un bastidor metálico interior de 6 x 3, con barras transversales de soporte (el más fuerte que se fabrica), que permite que se reparta el peso homogéneamente y que tenga una rigidez excepcional incluso si la usan personas de mucho peso. El mecanismo dispone de unos pistones hidráulicos de alta presión, que actúan en retención al bajar la cama para que baje sola sin tener que sujetarla, tan solo “dirigiéndola” con un solo dedo y en compresión para ayudar a levantarla sin necesidad de ningún tipo de esfuerzo.
El color elegido ha sido el blanco, lo que ayuda a enfatizar la sensación de espacios despejados. De este modo, hemos conseguido dos habitaciones en una. Por un lado una habitación despejada que permite colocar perfectamente una cuna, tan necesaria durante los primeros años de la vida de cualquier niño, disponiendo al mismo tiempo de espacio de juegos y zona de descanso para la niña a medida que esta vaya creciendo y teniendo otras necesidades.
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